lunes, 29 de marzo de 2010

Aprendiendo a Cocinar

¡¡¡Hola a todos!!! la mayoría se preguntará ¿Qué pasó con el título de este post? La verdad que como ya lo hice público, pues me casé. Había algo que yo no había contado a mucha gente, pero era algo que en mi incial vida marital salió a flote. Y es que mi amado y tierno esposo en los primeros días de casados no quería que yo cocine, ustedes dirán: ¿Qué cosa?¡Qué lechera! y yo también me decía lo mismo. Sin embargo, entre tantos viajes al chifa, pollería, restaurant y etc etc, me cansé.

Era el momento de demostrar mis dotes culinarias, y era parte de mi anhelo. Es algo que yo no puedo explicar, pero tenía la necesidad de cocinar para mi esposo. Tenía esas ganas de preparar algo que le gustase y que me diga:"-Mi amor- Está riquísimo". Como eran los primeros días no tenía aún mi balón de gas, por lo cuál mi amable padre me socorrió y me obsequió el suyo.

Pero, había algo que yo había notado en Edson, mi esposo, él no quería que yo cocinase. No obstante, el dinero se iba yendo de nuestras manos y no podía darse el lujo de dejar de probar mis exquisiteces. Una noche, cuando Edson estaba trabajando yo cuidadosamente salí a la tienda a hacer algunas pequeñas compras. Luego, subí y sigilosamente me puse a preparar único plato que sabía hacer rápidamente y efectivo "El pollo al Sillao".

Mientras él seguía trabajando, yo estaba en la cocina y cuando de pronto dejó de hacer sus labores fue a la cocina y se sorprendió diciendo: "Amor ¿Haz cocinado?" y ráudamente se fue al baño. Yo le había puesto la mejor mesa decorada que una recién casada podía colocar. Lo invité a sentarse y lo único que yo escuché de él al probar el primer bocado fue: "Ohh Está riquísimo". Tal respuesta me causó mucha alegría, no podría describir cómo me sentí porque fue tan sublime y tierno que eso me dió las ganas y deseo de investigar en la cocina para brindarle lo mejor siempre a Edson.

Luego, me confesó que, al momento de haberse ido al baño, fue para ponerse a orar que sea rico mi plato y que no le haga daño. Y yo me puse a pensar y le pregunté: ¿Por qué pensaste eso de mí? a lo cual me respondió: "Es que tú cuando éramos novios, no me dabas confianza en la cocina".

Tengo que explicar esto: Lo que sucede es que Edson siempre me llamaba casi a la hora del almuerzo y mis padres me dejaban encargada de agregar algo alplato que ellos ya habían cocinado. Mi papá había comprado como una caja de hamburguesas que yo le añadía a la menestra o cualquier otra cosa que habían preparado. Entonces, cuando Edson me llamaba me preguntaba y ¿Qué estás haciendo? a lo cual yo le respondía "Estoy friendo hamburguesas".

Y como tres veces seguidas fueron así y mi esposo esa noche quedó sorprendido de lo exquisito que podía cocinar para él. Y así cada tarde yo lo espero con la mesa servida y yo, porsupuesto, bien arreglada. Que tenga buen Provecho.

No hay comentarios: